Adoctrinado para complacer los caprichos de cualquier mujer,
Soy fiel a los principios de buen catolicismo.
Recibo a Clara con un “enchanté”, pago la cuenta en un gran bufé.
Abro cortés la puerta para medir sus piernas.

No sabes tratar a una mujer. Tu escala de valores me saca los colores.

En Judith no supe apreciar la belleza de lo intelectual.
Me dejó en la cuneta al decir que Cataluña es ETA.
Con Leonor no iba ni bien, ni mal hasta sacar la brecha salarial.
Con un solo bofetón me “desheteropatriarcalizó”.

Yo quiero un gurú que me diga cómo piensas tú.

Busco un centro de interpretación,
busco un centro de interpretación del romanticismo
y otros cataclismos.

Cuando Dolores me mandó a pastar, me sobrevino un ataque de ansiedad.
Y no encontré consuelo ni en versos de Paulo Coelho.
Y me propuse alcanzar el zen de la nueva masculinidad
rompiendo hábitos y vicios.
Tremendo el sacrificio.

Y cambié mi modo de actuar.
Dinamité mi entorno social con lenguaje inclusivo.
Perdí un montón de amigos.

Y allí tuve una visión: ser el nuevo Jordan Peterson.

En mi centro de interpretación,
mi centro de interpretación del romanticismo y otros cataclismos.