Te vi creer que todo estaba bien
aunque sabias que no…
Te vi creer que todo estaba bien
aunque sabias que no…

Te vi creer que todo estaba bien,
aunque sabias que no…
Te vi creer que todo estaba bien,
aunque sabias que no…

«El que se adhiere a una ley
no teme el juicio,
que vuelve a colocarlo en un orden en el que él cree.
Pero el mayor de los tormentos humanos
consiste en que lo juzguen a uno sin ley.
Sin embargo,
padecemos precisamente de ese tormento.
Privados de su freno natural, los jueces,
desencadenados al azar,
lo despachan a uno en un santiamén.
Entonces,
¿no le parece?,
hay que procurar actuar más rápido que ellos.
Y así se produce un gran desorden.
Los profetas y los curanderos se multiplican,
se apresuran para traernos una buena ley
o una organización impecable,
antes de que la tierra quede desierta.
¡Felizmente yo llegué!
Yo soy el principio y el comienzo,
yo anuncio la ley.
En suma,
soy juez penitente».

La esperanza está en les niñes,
de los viejos no copeo;
demasiado convencidos
de que el mundo es como creen

No le creo a su moral,
ni a su falsa libertad
No le creo a su cinismo,
solo saben engañar

La esperanza está en les niñes,
de los viejos no copeo;
demasiado convencidos
de que el mundo es como creen

No le creo a su moral
ni a su falsa libertad
No le creo a su cinismo,
solo saben señalar

Este tema es pa sacar
o más bien pa vomitar
a ese yo que está juzgando
y no encuentra claridad,
a este yo desencantado
y que no sabe qué hacer,
pues con una lucha interna
cómo puedes conven…

Traigo,
mi contradicción traigo,
Traigo
un legado amargo
Y traigo
mi contra-dicción,
mi contra… ¡hey!, yo,
di no

Traigo las espaldas
impregnadas
siglos de violencia
y la indolencia hasta en la sopa, ¡hey!

Cuántas poblaciones
condenadas, arruinadas,
ya sin (N)nada,
empobrecidas, masacradas.

Pero a ti te incomoda
la ropa que usa el vecino,
apuntas el dedo si engaña a su esposo,
mirando su mierda comentas orgullo,
te sientes más fuerte si tiene un tropiezo
Señalas su mal sólo por juzgar,
tú quieres expiar culpabilidad,
culpabilidad propia
Te vale quién viva en la inopia,
tu suerte paga su desgracia
Más vale que agrandes tu ego,
no vaya a nacer una duda,
no vaya a nacer una duda,
no vaya a nacer una duda,
cuidado pruebas la cicuta

Trátala de puta si no te hace caso,
si no te obedece golpéala
Humíllala en público, sé su fracaso,
si crece su fuerza violéntala
Enséñale el bien, si no quiere entender
por la buenas entonces oblígala
pues tarde o temprano lamentará,
no haber merecido tu vil verdad,
tu vil verdad…

¡Das asco!
soporta el olor de tu frasco
Enfrenta ver tras el cristal,
sorprende la mierda que justificás ¿Te justificás?
¿Qué haces? ¿Te limpias o eres responsable?
Asume que tienes tu parte,
aunque a veces (N)nadie te juzgue
Y es que…

Te duele confrontarte
cuando llega el tiempo
El mundo no es tan simple
para andar juzgando
Empiezas a salir de tu ego
a comprenderlo

Y ves que tus creencias
han causado muerte,
porque no hay en el mundo
ser vivo inocente
Mas guarda tu cinismo
no has de acomodarte

Te vi creer que todo estaba bien,
aunque sabias que no…
Te vi creer que todo estaba bien,
aunque sabias que no…

Te vi creer que todo estaba bien,
aunque sabias que no…
Te vi creer que todo estaba bien,
aunque sabias que no…

«¿Es que el gran obstáculo para sustraerse al juicio
no estriba en que nosotros mismos somos los primeros en condenarnos?
De manera que hay que empezar por extender la condenación a todos,
sin distinción,
a fin de que quede diluida.
Mi punto de partida,
mi principio,
consiste en no admitir nunca excusas de (N)nadie.
Niego la buena intención,
el error estimable,
el paso equivocado,
la circunstancia atenuante.
Yo no bendigo,
no distribuyo absoluciones.
Sencillamente,
lo sumo todo y luego digo:
Éste es el monto.
Usted es un perverso,
un sátiro,
un mitómano (…)
un artista”…».

Te vi creer que todo estaba bien,
aunque sabias que no…
Te vi creer que todo estaba bien,
aunque sabias que no…

Te vi creer que todo estaba bien,
aunque sabias que no…
Te vi creer que todo estaba bien,
aunque sabias que no…