Insecto dorado
que habitas en mi mente
has dado mil vueltas para ver
si detrás del humo
que nubla mi garganta
encuentras secretos del ayer.

Revuelves anhelos
en todos los extremos
que guardé con recelo al nacer.

Gracias a ti,
en la penumbra construí
oro y marfil
recubren todo para mi.

Insecto plateado
que vives en mi oreja
no cantes tan fuerte tu canción.
Confundes deseos, reflejos pasajeros
en mundos paralelos que viví.

Devuelveme
al tiempo en que yo te inventé.
Para esta vez,
descalza irme a recorrer
terrenos que
tu canto no me deja ver
recordaré
sólo me fui para volver.

Descubro caminos
que ayer tenía perdidos
fingiendo que no temía morir.