Quedó de color tinto la camisa blanca
En un gran charco rojo ya sin vida estaba
csí se lo llevaron nadie dijo nada
Bien se lo merecía ese canalla

La violencia que vivía a diario
cguantando maltrato al tirano
Las cosas se salían de las manos
Suplicaba, pero era en vano

Firmó contrato con un demonio
La casa pasó a ser manicomio
Entre gritos y falta de cariño
Momentos felices eran espejismos

Otra lágrima más por su rostro
En cuarentena con ese monstruo
Que la golpea se lo hace tosco
Y en la casa no hace un carajo tampoco

Ya no hay deseo tan solo miedo
Mientras más tiempo llega más lejos
Y sin valor para contarle
Ni siquiera ni a su hermano ni su padre

Hasta que un día se cansó
Y su dolor exterminó
Sacó del bolso un veintidós
Y el peine entero le vació

Quedó de color tinto la camisa blanca
En un gran charco rojo ya sin vida estaba
csí se lo llevaron nadie dijo nada
Bien se lo merecía ese canalla

Cada tiro que le daba recordaba
El dolor que el hijoputa le causaba
Gatillaba gatillaba se daba cuenta que las balas no alcanzaban
Fue a la cocina buscó un cuchillo

Se clavó en pecho con un grito
Luego cogió prendió un cigarro
Marcó 911 en su iPhone

Manchada con sangre la cara
Por dentro destrozada estaba
Devastación en su mirada lloraba lloraba

Hoy se dio cuenta que fue un error aguantar tanto dolor
Era tóxica la relación
Ya no podía su corazón

Quedó de color tinto la camisa blanca
En un gran charco rojo ya sin vida estaba
csí se lo llevaron nadie dijo nada
Bien se lo merecía ese canalla

Junkere
Bien se lo merecía ese canalla