Te di mi vida, te di mi amor,
Fui tu esclavo, tu servidor.
Cumplí tus sueños, sin pedirte nada,
Pero al final, tú no valías nada.
Fui el tonto que te vio brillar,
Pensé que eras todo, la realidad.
Con tus mentiras me dejaste solo,
Ahora sé que de nada valió adorarte tanto.
Pero la vida es así, da vueltas sin parar,
Hoy tengo un nuevo sol que me da luz,
Es un nuevo respirar.
Y encontré, la luz en mi camino,
Un amor sincero, tan divino.
No me pide nada, solo sabe dar,
Llena mi vida con su forma de amar.
Ella es la alegría que tanto busqué,
El destino me la puso, y no la dejaré.
Fui ciego, no supe ver,
Que tu cariño era solo interés.
Mientras yo soñaba con tu querer,
Tú solo jugabas, sin entender.
Pero ahora la vida me sonríe,
Con alguien que me ama y me guía.
No hay mentiras, no hay traición,
Solo hay amor en su corazón.
Porque la vida me enseñó a perder,
Para luego encontrar lo que es verdad y fe.
Y encontré, la luz en mi camino,
Un amor sincero, tan divino.
No me pide nada, solo sabe dar,
Llena mi vida con su forma de amar.
Ella es la alegría que tanto busqué,
El destino me la puso, y no la dejaré.
A veces nos topamos con quien nos resta,
Que nos roba el alma, nos deja en tristeza.
Pero el destino siempre vuelve a brillar,
Y con su luz, nos enseña a amar.
Y encontré, la luz en mi camino,
Un amor sincero, tan divino.
No me pide nada, solo sabe dar,
Llena mi vida con su forma de amar.
Ella es la esperanza, la paz que soñé,
Y a su lado por siempre estaré.
Porque el amor verdadero, es el que no pide más,
Es el que te llena y te hace volar.
Gracias a la vida por darme su luz,
Hoy soy feliz, por su amor y su cruz.