Qué raro cuando a veces se rompe el cielo en pedazos de angustia
y desilusiones
Qué tosco cuando el llanto me arropa en un manto de arrugas que soplan,
y dejan sudores
Y se acoplan poco a poco en el tiempo las lunas y soles
Y se visten de lujo las flores, e inventan canciones
Ese rumbo es de los dos

Qué heroso es ver tus ojos hablando,
y con alas pupilas volando, llorando horizontes
Nerviosa tu columna de acero
que no se desprende en el vuelo,
y tiemblan tus dones.
Y se amoinan poco a poco en el tiempo las desilusiones
Y se extingue en tu mano el silencio,
y encuelgan los robles.
Ese rumbo es de los dos.

Se rompe la soledad,
se quiebra la ingenuidad,
se mezclan el mar con la palma,
ay, es nuestra el alba.
La flora y la fauna toda,
la tierra que posa en calma,
el yo que te adora
Ese rumbo es de los dos
(2)

Quebradas las cubiertas de llanto,
caminos con olor a mastranto,
nos habla de un cristofué,
que viaja a través de los sueños
de niños que no son tan pequeños,
de brumas y amores.
Y se amoinan poco a poco en el tiempo las desilusiones
Y se extingue en tu mano el silencio,
y encuelgan los robles.
Ese rumbo es de los dos.

Se rompe la soledad,
se quiebra la ingenuidad,
se mezclan el mar con la palma,
ay, es nuestra el alba.
La flora y la fauna toda,
la tierra que posa en calma,
el yo que te adora
Ese rumbo es de los dos
(2)

Se rompe la soledad, se quiebra la ingenuidad