Si temores me cercan y el miedo me invade,
En ti me entrego sin temor, sin dudar,
Porque sé que estás en paz y con amor,
Que a todo ser invade, sin vacilar.

Sé que me guías por caminos de bien,
En montañas y valles profundos,
Librándome de oscuros y profundos miedos,
En tu refugio me acoges, oh Dios.

Como estás aquí, presente y fuerte,
El miedo ya no me amedrenta,
Pues en tu gracia me confronta
La seguridad que a mi ser conforta.

Cuidas de mí desde el inicio al fin,
Ni enfermedades ni desventuras,
Tu fe me guía en mis amarguras,
Y tu paz me calma, al fin.

Todo va bien, mi Señor querido,
Del comienzo hasta el final del camino,
En ti encuentro la fuerza renovada,
Que me hace sentir siempre florido.

Aunque no lo comprenda todo,
A ese amor me entrego completamente,
Porque sé que, al final, de repente,
Todo se resolverá, trascendiendo.

Cuidas de mí desde el inicio al fin,
Ni enfermedades ni desventuras,
Tu fe me guía en mis amarguras,
Y tu paz me rehace, al fin.