Hey,
conozco la derrota, la sentí en carne propia
con las manos levantando trozos de mi alma rota
sé lo que significa subir aún cuando
el viento sopla en contra y los ojos aguantan el llanto

Soy de esos hombres de amor puro pero torpe
a quienes les duele más las palabras que los golpes
de los que saben la historia de cada cicatriz
y aun en plena tormenta saben cómo sonreír

¿Conoces el dolor?, el ardor que estremece
¿Conoces el amor?, el calor que resplandece
¿Qué sabes del rencor, la rabia y la venganza?
De apostarlo todo, hasta la última esperanza

¿Y qué hago si el destino barajó sus cartas
Si bajo mi manga no hay nada que jugar?
¿Y qué hago si ni con mi esfuerzo alcanza
Y caigo justo antes de llegar al final?

Y nena, juro, tengo tan poco que darte
pero quiero que seas tú quien quiera quedarse
y que navegues por la incertidumbre junto a mí
viendo cómo el sol se funde para volver a salir -en fin-

Tráeme más papel que ya me hace falta
en este intento absurdo de reescribir mi alma
de entregar mi vida entera a la escritura
tal vez así el destino me conceda una rima pura

Y aunque la olvide y nunca llegue a escribir
Seré feliz si la sentí vivir en mí
es lo que soy, solo un simple portavoz,
del silencio, del papel y los suspiros de la flor, bro

Y es que nací para arder; inflamable
Y es que nací para sentir; inestable
Salté de la cornisa hace tanto tiempo
y aprendí que volar se parece a vivir cayendo