No me confundas,
No vine aquí a enseñarte ni a ser ejemplo de nada,
Prendamos uno y llenemos de humo esta madrugada fría,
Tibia compañía,
Antídoto y Veneno como dijera el Matiah,
Pero hoy:
Abrázame tan fuerte que pueda sentir latir tu corazón,
Respira...
Y deja abierto el pecho pa’ chuparte esas heridas,
Voy, camino y le hago frente a esta vida al dente,
Sólo tengo tiempo pa’ regalar y este par de ojos oscuros, sigilosos cual gatuno contemplando la belleza de este muro,
La mágica extrañeza de ese cuerpo ajeno,
La caricia de la brisa,
Tu pecho junto a mi pecho,
(tu, tu)
Tu pecho junto a mi.

No acallé mi cabeza alborotada,
Perdí, gané,
Mas no se fue la sonrisa de mi cara,
Flotando,
Sentado frente al piano soñando.

A mí:
déjame el recuerdo colgado en la pared
de aquella habitación en mi cerebro que suelo recorrer
Del suelo recojo tu ropa y tu colet,
Aún me pregunto cómo entraste
mi hoja es tu piel.

La cual recorro con letras
Para llenar un vacío
Fumando porro, la meta
Es unir los caminos,

No tengo ahorros, la neta,
Por ti doy mis latidos
Corazón partido en dos,
Compartido, (por ti..)

Pero te llevaste la mitad a mitad del partido y hoy me siento ido,
Ni a la Party voy, filo
Ya no es atractivo
Me activo tranquilo un sativo y lápiz grafito pa’ escribir junto a los amigos

Respira…

date la pausa.

Quién mira, no es quien danza…

Tu voz sobre la puerta,
filtrando todo lo demás,
Qué esperabas en verdad?
Además de arrinconarme,
Ambivalencia,
Nunca insistí tanto como hoy,
En escucharla,
En esperar…

Arranqué connotaciones, vivo para errar,
Aferrao a la idea de hacerlo bien, de hacerlo mal,
La voz de la cabeza tararea que da un poco igual,
Algo adentro castañea,
Sonido hueco, sonido lleno que marea,
Aquí y allá,
Los polos tiran, uno es de carne, aquí hay más sangre que en cualquier masacre,
Aguanto, respiro, ardo, mojo, muero, vivo,
hay diferencias y hay parecidos,
no hay destino,
sólo una constante,
Ambivalencia

Tu voz sobre la puerta,
filtrando todo lo demás,
Qué esperabas en verdad?
Además de arrinconarme,
Ambivalencia,
Nunca insistí tanto como hoy,
En escucharla,
En esperar…