Aún recuerdo lo que me contaste
Con las fotos que hay en el cajón
Sin comida en la panza aguantaste
Siguiendo tu sueño en un vagón

Y nunca paraste, tampoco aguitaste
Duro trabajaste, guardaste la fe
Tiros te aventaste, nunca te rajaste
Mucho caminaste, la calle era usted

Se que tropezaste, pero no fallaste
Siempre enderezaste hasta saciar tu sed
No desperdiciaste, nunca te cansaste
Todo el día pensando en jubilar a Esther

Trenes, caminatas, lluvia y hambre rumbo a oaxaca
Ropa regalada, turnos dobles, par de lágrimas
Querías superarte, ser valiente y darle algo a tu ama
Que dejó la vida por sus hijos, fue su facultad

Soy testigo de lo que lograste
Lo que diste al mundo con tu don
Cientos de chamacos enseñaste
Recuerdan a su gran profesor

No desperdiciaste ni aún aprendizaje
Todo transformaste en oportunidad
Nunca te frenaste ni torciste el brazo
Con los pies descalzos para caminar

Con tanto desgaste la abuela lavando
Para que a la escuela fueras a estudiar
Nunca te achicaste, muros derrumbaste
fuiste luz pa´ muchos en la oscuridad

Hoy tienes la mesa llena y duermes en un buen colchón
Ahora tienes casa, propiedades y un camioneton
Un par de negocios que te dieron buena posición
Tienes una esposa, dos cachorros y un gran corazón

Aún recuerdo lo que me contaste
Con las fotos que hay en el cajón
Sin comida en la panza aguantaste
Siguiendo tu sueño en un vagón

Soy testigo de lo que lograste
Lo que diste al mundo con tu don
Cientos de chamacos enseñaste
Recuerdan a su gran profesor

Y como un buen poeta dijo.
Si un día no me corrijo dejo a tu reflejo que hable
tus consejos como padre, son mi espejo como hijo

Dedicado para el señor Andrés Jaime. De tu hijo