Llegué a donde debía estar sin usar brújula
me fui dejando atras del campo de batalla,
la costumbre de mentir sobre lo que mis ojos callan,
o la de irme antes que se vayan,
no tenía motivos, nunca los di,
hablas de consecuencias, dímelo a mí,
que si no hay razón evidente, son inventos,
y decir ""lo siento"" no le pone fin,
y en estas grietas sólo el dolor se cuela, ave de paso, hacia otro sitio vuela
y cómo describirlo…
pasó tan rápido que hoy no importa, pero quizá mañana duela,
odio la espera, dime qué espero,
no curo mi ansiedad porque no sé que la genera
y aclaro que no quiero la respuesta,
prefiero verla en persona y ganar mis apuestas.
Lo que esperaba que doliera no dolió
y el que quiso saberlo todo no se sorprendió,
por lo vivido hasta hoy,
porque todo lo conocido ya cambió, sí,
tragando humo, buscando quietud,
camino al ataúd sin divisar alguna virtud,
somos más de lo que ves,
el tiempo vuela por no vivir un día a la vez

La vida es un juego mortal,
pero entre más juego, más vivo,
la muerte no es el final,
yo le temo más a los muertos que a los vivos.

Tanto que pienso en partir y no volver,
sólo por todo lo que hay que resolver,
dejarlo inconcluso, el mundo es una cárcel, y nos veo como reclusos,
y sin importar lo malo que haya pasado ayer,
comprendí que cada vez se viene algo peor
y que las deudas no se borran con dolor,
las armas que más hieren son las que no puedes ver,
mi cuerpo inmóvil reposa como un fósil,
pagué las consecuencias de ser dócil, ya no soy frágil,
todo termina, todo muere, fácil es,
y desde afuera las vidas de los otros de ven fáciles,
no hay drama, solo sube otro peldaño,
el daño me hace fuerte, me resbalan los desengaños,
no dama, ya no sufro por extraños fuera de mi cama,
todo lo dicho se fue por el caño.

La vida es un juego mortal,
pero entre más juego, más vivo,
la muerte no es el final,
yo le temo más a los muertos que a los vivos.