En el hogar, ella era el pilar
Con su sonrisa a todos nos llenaba
Redondita y cariñosa, con amor sin igual
Daba todo a los demás
Una esencia generosa
Con su Isidoro reñía
A su madre consentía
Adoraba a su Ana, con devoción
En su Mamen se apoyaba, su primera fuerza
María
Aunque nos abandonaste pronto
Siempre estarás
En nuestros corazones
Por ser la mariposa que voló libre en el cielo
Sin ataduras ni fronteras
Su espíritu eterno, al viento se entrega
Con sus chanclas recorría su vida día a día
Un camino cuesta arriba, que solo ella entendía
Montañas de ropa, su matutina compañía
Sus filetes al vino, una delicia algunos días
Si te quería
Te daba su corazón
Pero si te odiaba
La cruz te echaba
Desde niña, luchadora incansable
La vida le dio, sabiduría inquebrantable
María
Aunque nos abandonaste pronto
Siempre estarás
En nuestros corazones
Por ser la mariposa que voló libre en el cielo
Sin ataduras ni fronteras
Su espíritu eterno, al viento se entrega
Soñaba con el Rocío, el Gran Poder su quejío
Viajera en sueños, única en su empeño
Dieta libre, su filosofía, sin restricciones
Disfrutaba de la vida sin limitaciones
Recibía a su Kini con los brazos abiertos
Que en su Vespa llegaba, al dos de San Diego
Visitas exaltaban al Copillo brincando
Para mi hermano nunca falta, siempre fue un santo
Con mil risas por carro a rebosar, una vida llena
Sin necesidad de tarjetas pasar
Aunque los achaques la acompañaron
Su fuerza y amor siempre hallamos
Su recuerdo, un faro en nuestra memoria
Su vida, una lucha
Su legado, una historia
María
Aunque nos abandonaste pronto
Siempre estarás
En nuestros corazones
Por ser la mariposa que voló libre en el cielo
Sin ataduras ni fronteras
Su espíritu eterno, al viento se entrega