Cuánto cielo por barrer de nubes que caen en barrena. Vivir a la orilla del Ganges o morir en el Sena,
ahogado por rezarle a una falsa moneda.
Nunca ha visto a Cristo, pero sí a María Magdalena.
Yo tengo esta hoz y mi voz en antena
para segar los cereales que he sembrado en otras primaveras. Como el otoño arranca pétalos, yo escribo rimas
hasta hacer un ramo y regalártelo, Rosa de Lima.
La cima que culmina la montaña roja,
hecha de hojas mojadas que el viento arroja,
será el lugar donde repose yo, entre el tango y la bossa, y la melodía que esboce junto la diosa Niké.
Ya los mataron, y qué?, si saben resucitar.
Cambian de nombre y de piel, no les importa apilar
un arsenal de fuego y cal, o sal y brea,
y una naranja que sabe a pomelo, quieres probarla Atenea?
Cómo de púrpura será el espacio en el que flote
la barca y el bote que el viento azota?
Y cómo de rápido será el estoque que toque la fibra en cada nota, gota a gota, como la sed se agota?
No serán verdad y no serán mentira
las frases que escriba cuando me despida.
No serán verdad y no serán mentira
porque hay una salida y es relativa, qué alternativa? No serán verdad, no serán verdad,
y no serán mentira, aunque la herida no pida piedad. No serán mentira y no serán verdad,
y lo que diga es cera derretida vertida al mar.
Caminé un bosque de gemas verdes,
llevé el mensaje de Hermes a los pies de yeso de un viejo ciprés. Me alejé y dejé de verme.
Sueña el cielo carmesí salir de pobre, robar de cobre un potosí.
Pero qué vana divinidad habita en mí?
No será verdad que se le da mentir o se nos ve venir a lomos del lobo que somos,
de modo que todo recodo lo acaba cubriendo el lodo?
En fin, nos queda una flor de lis, una vela, un bis a bis,
una tela menos gris para ondearla y fundar un país.
Algo me queda por ver si no quiero ni oír hablar
de la blanca llanura. Me baja la temperatura
el iceberg contra el que choqué e hice ver que no toqué, me exigirán un porqué y no sé más de lo que sé.
O partiré o me partiré en tres partes:
una por cada punto suspensivo que niego o escribo aparte.
No serán verdad y no serán mentira
las frases que escriba cuando me despida.
No serán verdad y no serán mentira
porque hay una salida y es relativa, qué alternativa? No serán verdad, no serán verdad,
y no serán mentira, aunque la herida no pida piedad. No serán mentira y no serán verdad,
y lo que diga es cera derretida vertida al mar.