Qué tanta tinta tuve que verter para ser
la mitad de lo que logré ser hasta ahora
si tanto azul sigue cayendo pero no mejora
porque me estuve alejando del que el alma explora.
Qué tanta tinta tuve que verter para ser
la mitad de lo que logré ser hasta ahora
si tanto azul sigue cayendo pero no mejora
porque me estuve alejando del que el alma explora.

Desistí de defenderme, me autodefenestré pero igual vienen a verme
nadie sabe cuanto enfermé si el estress se llevó mis rimas
y en vez de la cena me preparo un fernet.
No se como decirle a mamá,
que extraño su chocolatada tapada de brumos,
porque ahora con 21 más me tapo por los humos
los consumos y los vicios de un adulto pero por dos.
Haciendo oídos sordos a mi psiquis que me está pidiendo auxilio
y yo acá haciéndome la friki como si quisiera exilio del cuerpo que me tocó
que a veces está re bueno y otras ya no lo soporto.
Quise ser una artesana porque me creí,
eso de que el arte sana pero me reí
cuando vi que me harté mamá porque
entendí que me arde el alma en llamas por lo que escribí.
Los libros de autoayuda del living no captaron mi feeling
prefiero a Luther King o algún fruto del Kase
solo encontré frases que ya escribí
ninguno dice cuánto dura un luto
es pura mierda mainstream.

Qué tanta tinta tengo que verter para ser
la mitad de lo que logré ser hace un año
si tanto azul sigue cayendo y no cura el daño
solo está tiñendo a las ovejas del rebaño.
Qué tanta tinta tengo que verter para ser
la mitad de lo que logré ser hace un año
si tanto azul sigue cayendo y no cura el daño
solo está tiñendo a las ovejas del rebaño.

Los días que cae un ángel llueve, y si el día está soleado llueve dentro mío
el verano es una trampa en la que gastan los que pueden
yo con el alma empapada que no escampa desde julio
y esta clinomanía no es aburrimiento
mis neuronas destinadas al veloz derretimiento
la rutina la hoz para mi musa que agoniza
son los síntomas de ser un adulto.
Yo nunca quise rendir ese culto,
nunca pensé que los chicos y los grandes lloraban lo mismo
el chico tiene que elegir el castigo o la obligación
y el adulto discernir diversión de caer al abismo.
Y yo ya diviso el fondo o eso creo
estoy cayendo hace tanto que ya no veo
siento mi cuerpo tan ajeno a mí
que a veces huyo y no se donde encontrar la respuesta
entre tanto barullo.
Y es más fácil estar borracho,
la costumbre de evadir porque lo que es malo lo tacho
la presión de aguantar cuando quema
porque hay que ser macho
porque a veces soy una señorita y otras un Cacho.

Qué tanta tinta tuve que verter para ser
la mitad de lo que logré ser hasta ahora
si tanto azul sigue cayendo pero no mejora
porque me estuve alejando del que el alma explora.
Qué tanta tinta tuve que verter para ser
la mitad de lo que logré ser hasta ahora
si tanto azul sigue cayendo pero no mejora
porque me estuve alejando del que el alma explora.