Ahí viene Don Rogelio
Montado en su planchón
Viene cruzando el río
Halando de un cordón
Trabaja todos los días
Sin ninguna objeción
Arrastrando su barquito en el Sinú
Siu Siu Siu

Cobra doscientos pesos
Ni un centavo menos
Ni un centavo más
A aquellos transeúntes
Que el río necesitan atravesar

Trae la calma a la vista
No carga avaricia
Recuerda a su mujer sacerdotisa
Que hace meses Dios se quiso llevar
Y al hijo que llevaba
En el vientre su señora
Que no vio la luz del día
Y emprendió el mismo viaje
Que su mamá

Por eso a Don Rogelio
Nada lo hace acongojar
La vida es un obsequio
Y el la sabe valorar
Anda a ritmo de cumbia
No necesita nada
Arrastrando su barquito en el Sinú
Siu Siu Siu