Quizá sea hoy el día
Que quiebre el eslabón
El que me une a esta línea
La rutina diaria
Bendice nuestro pan
Con tactos marcados a fuego
¡El hombre trabaja, la máquina descansa!
¡El hombre trabaja, la máquina descansa!
¡Nacemos marchados y a segundo que pasa!
¡Desaparece el miedo y aumenta nuestra rabia!
El ojo que vigila
La productividad
Que dicta la doctrina
Las venas que alimentan
Veneno capital
Te dejarán en ruina
¡El hombre trabaja, la máquina descansa!
¡El hombre trabaja, la máquina descansa!
¡Nacemos marchados y a segundo que pasa!
¡Desaparece el miedo y aumenta nuestra rabia!
El hierro que forjamos
A base de sudor
Tornará en guillotina
Cercenará cabezas
Rojo será el color
En las mañanas frías
¡El hombre trabaja, la máquina descansa!
¡El hombre trabaja, la máquina descansa!
¡Nacemos marchados y a segundo que pasa!
¡Desaparece el miedo y aumenta nuestra rabia!