Ella me contó que lo conoció en la plaza
y a los pocos días le pregunto si se casan
le prometió un lote y una casa
sonríe pícara acordándose la María Luisa

antes todo esto era un potrero
más antes era un humedal
allá no más quedaba el matadero
aquí fue donde nos trajo su abuelo
con otros compadres de boyacá
llegan a Bogotá escapando de la violencia
a el se le da muy bien eso de la electricidad
camella como bestia

Elías no mintió y le construyó su rancha
con sus propias manos, con pica y garlancha
de ventanas grandes, una puerta ancha
para los 10 chinos una casa de 3 planchas

escalera de granito blanco con filo dorado
por las que rodé un par de veces
el teléfono de disco el pan era de 100
el jugo de guayaba y la música en cassette

baldosas diferentes por cada pared
lavamanos con dos llaves taza y bidé
una casa hecha de retazos de los patrones
Elías contento construye su Edén

Elías contento construye su Edén
Elías contento construye su Edén
Elías contento construye su Edén

pasa el de la zorra recogiendo labaza
también compra chatarra
pasa el de las bolsas y el que repara paraguas
al fondo la campana del camión de gas
pasa todo por mi cuadra

pasa la buseta que se lleva
a mi mamá para el trabajo
y yo de 5 años llorando en la ventana
ya pasará ya pasará dice mi abuela
y se me pasa

comedor de 6 puestos con mantel de encaje
a la cabeza mi abuelo fumando peche
todos los días de paño bien elegante
atiende el pollo con sus alicates

re sarcástico siempre de altura imponente
le tenía un chiste a cada paciente
dicharachero vergajo re impertinente
no queda contento si no le pelas diente

en su garaje siempre algo se vendía
cantinas de leche luego era lavandería
hasta gaseosas se vendieron algun dia
cuando yo nací ya era una papelería

en el patio un pequeño bosque mágico
un cerezo un durazno y dos papayos
pa mis primos mi abuela y mis tías
fue la tierra prometida del Elías

Elías contento contempla su Edén
Elías contento contempla su Edén
Elías contento contempla su Edén
Elías contento contempla su Edén