Y que me digan a mí, yo que buscaba la calma.
Vienes cómo una tormenta a encharcar de luz mi huerta
Y de castillos mi cama.

Y que me digan a mí, yo que te he esperado un poquito
A la sombra de un olivo. Con un mate y un pitillo,
Haciendo autodefinidos.

Y que me digan a mí, cuando llegue a esas edades
Y me pregunten, ¿Tú, qué hacías?
Responda con garantía, que viví todos mis días
Con sus bienes y sus males.

Y que me digan a mí, que las distancias no importan.
Si de tu casa a la mía, hay más de cincuenta días
En barquita o lancha motora.

De Córdoba, que no la mora… Y de Jujuy de la frontera.
Cala en mí esta reina coya. Cómo el equino de Troya, cuando mueve las caderas.

Ay, mulatita cuando vengas… Voy a hacerte una casita de madera,
Para que tenga el colorcillo de tus carnes morenas.

Y que me digan a mí, cuando llegue a esas edades
Y me pregunten, ¿Tú, qué hacías?
Responda con garantía, que viví todos mis días
Con sus bienes y sus males.

Entre un ¿Qúe sé yo? y otro ¡Yo qué sé! se pochan las peras.
Entre un ¿Qúe sé yo? y otro ¡Yo qué sé! va la vida entera.